
Yuliany García recuerda que cuando comenzó a estudiar ingeniería electrónica, en la Universidad Industrial de Santander (UIS), ingresaron con ella 10 mujeres y 69 hombres. Pese a que esta proporción cobró poca relevancia durante su época universitaria, fue una constante aun después de su graduación, cuando en su primera experiencia laboral notó que era la única mujer de la empresa. “Las chicas que estamos en la ingeniería hemos sido tercas”, asegura García. “Conozco muchos testimonios de personas que decidieron estudiar otra cosa porque en el camino les dijeron ‘mejor no’ o ‘haz algo más sencillo’”, cuenta.
Además de que tuvo que adentrarse en un renglón fuertemente dominado por hombres, a García no le atraían las fuentes de energía que parten de combustibles fósiles. En cambio quería dedicarse a las energías alternativas. Tras cuatro infructuosos meses de buscar lugares que exploraran este sector en Bucaramanga, la ingeniera decidió crear su propia empresa de energía solar.
Así nació Enef, en 2017, una compañía que instala y realiza mantenimiento de paneles solares, a la vez que ofrece asesorías personalizadas sobre el tema. “Para mí es una forma de compensar todo lo que hemos usado en el planeta sin pensar en las consecuencias. Todos los clientes tienen la certeza de que es una energía limpia, sostenible, que llega para combatir el cambio climático”, puntualiza.
Fuente: EL ESPECTADOR Lunes 9 de Marzo 2.020
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